sábado, 25 de septiembre de 2010

Para instalar la memoria en las escuelas


TRES LIBROS PARA DOCENTES CON MATERIAL SOBRE EL HOLOCAUSTO, MALVINAS Y LA ULTIMA DICTADURA
El material fue editado por el Ministerio de Educación nacional y será distribuido entre docentes de escuelas secundarias de todo el país. Aborda “tres acontecimientos del siglo pasado que dejaron su huella en el presente”.


¿Hubo resistencia a la implementación de las políticas de exterminio implementadas por el régimen nazi? ¿No podían desertar los soldados antes de ser enviados a Malvinas por la dictadura de Galtieri? ¿Es posible relacionar el Holocausto con la última dictadura? Estas y otras preguntas y los textos que permiten elaborar las respuestas forman parte del trabajo presentado esta semana por el Ministerio de Educación: la Colección Educación y Memoria, integrada por los libros Pensar Malvinas, Holocausto. Preguntas, respuestas y propuestas para su enseñanza y Pensar la dictadura: terrorismo de Estado en Argentina. “Son tres acontecimientos del siglo pasado que no están cerrados, dejaron su huella en el presente y merecen ser trabajados en la escuela para que no se olviden”, dijo a Página/12 Mara Brawer, subsecretaria de Equidad y Calidad Educativa y responsable de la colección.

El material está destinado a docentes de escuelas medias de todo el país y viene a llenar un hueco documental y teórico para trabajar en las aulas temas de importancia fundamental. “Muchos docentes están muy comprometidos con estos temas pero muchas veces no saben cómo hablarles del horror a sus alumnos”, comentó Brawer.

El fragmento de una carta de Mordejai Anielewicz, uno de los líderes de la rebelión del gueto de Varsovia, en abril de 1949, contribuye a responder una de las preguntas enunciadas al comienzo de esta nota. “Varias compañías nuestras atacaron a los alemanes que huían”, relata, en una descripción del combate que duró alrededor de un mes. Aunque luego admite que en las condiciones en que viven “solo una minoría podrá resistir. El resto morirá tarde o temprano”.

“El Holocausto es la primera acción sistemática de un Estado en pos de un genocidio”, evalúa Brawer para explicar por qué se eligió ese tema como eje de uno de los materiales editados. “Buscamos que los textos no sólo contribuyan a saber lo que pasó, sino cómo y por qué pasó”, agregó la funcionaria. Con ese objetivo, los trabajos tienen no sólo material informativo, sino documentos y testimonios, así como propuestas y sugerencias de ejercicios para trabajar con los estudiantes.

El texto que invita a Pensar Malvinas, en tanto, comienza con un relato sobre la guerra de 1982 y el contexto en que se dio, recoge testimonios y relatos de ex combatientes, conscriptos y también oficiales, como el del comandante del Crucero General Belgrano. Recorre luego la historia previa de las islas, incluyendo la figura mítica del gaucho Antonio Rivero, que encabezó una rebelión en 1833, y la expedición del grupo de jóvenes peronistas y nacionalistas de 1966, el llamado Operativo Cóndor. El material se detiene a analizar el tratamiento que los medios de comunicación le dieron al conflicto y la literatura inspirada tanto en los combates como en sus secuelas en quienes participaron del conflicto.

“En uno de los talleres previos a la redacción de estos materiales, uno de los chicos preguntó por qué los jóvenes conscriptos que habían sido convocados para participar en la guerra no desertaron”, recordó Brawer en diálogo con este diario. “Desde la perspectiva actual, es difícil comprender que eso era imposible en el contexto de la dictadura”, agrega.

Esos talleres previos, realizados con estudiantes y docentes en distintas provincias, contribuyeron a elaborar las preguntas y las respuestas que conforman los textos. El material incluye propuestas para trabajar en el aula: consignas para discutir, realizar nuevas investigaciones o producir nuevos textos.

En el texto para Pensar la dictadura se encuentran materiales a los que docentes y estudiantes no podrían acceder sin realizar un riguroso trabajo de investigación. La primera solicitada publicada por las madres y esposas de desaparecidos, en octubre de 1977; la lista de canciones y libros censurados por el régimen; las postales que la revista Para Ti incluía en sus ediciones para que sus lectores envíen al exterior como canallesca desmentida de las denuncias de violaciones de derechos humanos, se reúnen en el mismo tomo con la anécdota relatada por el periodista Juan José Panno, que da cuenta de la represión a los hinchas de Nueva Chicago, cuando cantaron la marcha peronista después de festejar un gol de su equipo.

Otro documento relevante es el fragmento del diálogo entre el periodista y empresario Jacobo Timerman y su torturador, el general Ramón Camps, que contribuye a responder la pregunta sobre la vinculación entre Holocausto y dictadura: “Si exterminamos a todos habrá miedo por varias generaciones”, se definió el represor. “Es lo que intentó Hitler –le respondió su prisionero–. Y, sin embargo, quedaron en algún lugar, en alguna memoria, registrados sus nombres, sus imágenes, sus ideas.” “Hitler perdió la guerra. Nosotros ganaremos”, replicó Camps.

Para Brawer, la discusión es importante porque “algunas ideas autoritarias vigentes durante la dictadura siguen presentes”. Para ilustrar, mencionó lo ocurrido el mismo día de la presentación: “Un contingente escolar no vino porque el supervisor entendió que era peligroso venir al ministerio, pues ese día había una manifestación estudiantil”. Los tres tomos fueron presentados el jueves por el ministro Alberto Sileoni, con la presencia del juez federal Daniel Rafecas.

Brawer explicó que con el material editado “intentamos que el pasado genere preguntas sobre el presente con la idea de formar ciudadanos críticos en las escuelas”. Como síntesis, recordó la frase del filósofo alemán Theodor W. Adorno: “La exigencia de que Auschwitz no se repita es la primera de todas en la educación”.

Por Eduardo Videla
En página 12, 25 de Septiembre de 2010

viernes, 17 de septiembre de 2010

Estrada y el día del profesor


Que cada uno saque sus conlusiones. Desde este espacio sólo se difunden algunos hechos históricos.

En la fecha se festeja el Día del profesor, relacionándolo con la conmemoración del fallecimiento de José Manuel Estrada, escritor, periodista y educador. Para Estrada, la función de la educación consiste en el arte de adaptar al niño y al adolescente a la sociedad en la cual debe vivir. "La educación –afirmaba- discretamente organizada y copiosamente distribuida, es el único medio de modelar en la Republica Argentina la personalidad del ciudadano y de adaptar los elementos sociales, tomados en su capacidad colectiva, al tipo de las instituciones libres, cuyo resorte es la aptitud universal para el gobierno propio".

Estrada también se destacó en la historia argentina por su firme oposición al laicismo.
La ley 1420 fue la primera ley de educación universal, obligatoria, gratuita y laica. Fundamental para la construcción del estado nacional.
José Manuel Estrada tuvo un destacada participación en el Congreso Pedagógico de 1882 donde sostuvo que la escuela pública común debía ser católica manteniendo un memorable y recordado duro debate con Leandro N. Alem. Consecuentemente se opuso a la mencionada Ley 1420, que se sancionó en 1884. También se opuso y representó la opinión del pensamiento católico, a la Ley de matrimonio civil sancionada cuatro años después.

sábado, 11 de septiembre de 2010

La docencia y el estrés


No es mi caso. Y espero no estar jamás en una situación como la que muestra la foto, pero la nota creo que es interesante y vale la reflexión en este 11 de Septiembre!

"La docencia se parece cada vez más a una profesión de riesgo: el estrés ahora ocupa el primer lugar entre las enfermedades que padecen los maestros y supera a los trastornos en la voz. Según los últimos relevamientos de dos gremios del sector –uno público y otro privado– más del 30% de las consultas médicas son por problemas “psicosociales”.

No obstante, el número de interesados en acceder a la docencia crece: en la provincia de Buenos Aires los institutos de formación registraron en los últimos tres años un incremento del 21% en la matrícula de futuros maestros y profesores. En 2007 había 59.933 estudiantes y este año los centros que preparan a los educadores tienen 73.630 alumnos. Desde hace dos años, el régimen de formación pasó de un ciclo de tres a cuatro años para acceder a la graduación.

Pero el tránsito por las aulas ya no es fácil. Un informe elaborado por la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), el gremio que agrupa a más de 60 mil educadores de la provincia, determina que el 32% de las consultas al área de salud docente son por trastornos psicosociales. Atrás quedan los problemas de voz (21%), que históricamente representaban la mayoría de los pedidos de licencia.

El estudio se hizo entre 2008 y 2010 y comprendió 8.300 consultas. El 15% llega a los consultorios con dificultades musculares y óseas; el 14% con afecciones respiratorias y un 11% con enfermedades ginecológicas.

“Las falencias edilicias que ponen en riesgo la integridad de docentes y chicos, el aumento de la violencia en escuelas, la escasa participación de los padres y otras fallas del sistema educativo, agravan de la salud psíquica de los docentes”, explicó Mirta Petrocini, presidente de la FEB Con este diagnóstico coincide Juan Carlos Cuyás, secretario de Sadop, filial Buenos Aires. “La sobrecarga laboral, la presencia del patrón –en el caso de los privados– y la necesidad de tener múltiples ocupaciones generan estrés”, aseguró el dirigente. El Sadop hizo una encuesta entre 1.800 maestros y profesores y detectó que el 67% de los consultados registra fatiga, cansancio, desánimo, mal humor, jaqueca y falta de sueño.

Entre las patologías que se encuadran en el estrés está el “síndrome de Bournout ” o “cabeza quemada”. “Se presenta con síntomas de frustración e impotencia, agotamiento emocional, cansancio físico y psíquico”, aclaró el médico especialista en salud laboral, Daniel Tineo. También entre los causales de estrés aparece el “hostigamiento laboral” o mobbing , relacionado con la presión y la tensión “entre pares y de los superiores jerárquicos.

El relevamiento de FEB también detectó que estas afecciones predominan en trabajadores de entre 40 y 55 años (un 45% de los casos está en esa franja). Son maestros que han pasado más de 15 años frente a alumnos.

“Estas patologías no están reconocidas como enfermedades laborales y por lo tanto no tienen cobertura de las ART”, explicó Petrocini. Por eso, “los maestros tienen que seguir al frente del aula sin los tratamientos adecuados”.

No obstante, en la provincia, todos los años se conceden entre 32.000 y 35.000 licencias por enfermedad, en un sistema que tiene 240 mil docentes."

Por Fabián Debesa
En Clarín, 11 de Septiembre de 2010

jueves, 2 de septiembre de 2010

Finlandia: El país de los maestros


Deciden qué enseñan, cómo lo enseñan, a quién y a qué ritmo. Tienen tanta libertad como preparación. Son los maestros de Finlandia, venerados por el resto de la sociedad y una de las claves de que su país lidere desde finales de los noventa la lista educativa de la OCDE, más conocida como Informe Pisa. "Hacemos la escuela que queremos. Dependemos de nosotros mismos. Es maravilloso". Lo cuenta Eine Liinanki, profesora de primaria en el Arabia, una de las 200 escuelas de Helsinki.

Los representantes de los alumnos se reúnen periódicamente con los padres
Son las nueve de la mañana y Liinanki y el resto del claustro del Arabia toma café, lee la prensa y charla sobre los planes de la jornada. Los compañeros de Liinanki no se quedan atrás en elogios a un sistema educativo dominado por las escuelas públicas -más del 90% de las del país- y que no se caracteriza por tener muchos alumnos brillantes, sino por cosechar un número muy bajo de fracasos escolares. Según datos de 2001, Finlandia dedicó a la educación el 6,25% del PIB mientras España invirtió el 4,42% del PIB.

El Consejo Nacional de Educación de Finlandia, un organismo dependiente del ministerio, es el encargado de elaborar los contenidos mínimos que luego los profesores, todos con formación universitaria y la mayoría con un master en su haber, desarrollarán según sus criterios. "Les damos mucha libertad y eso es fundamental para la motivación del profesorado. Es verdad que los maestros no están muy bien pagados, pero gozan de un gran reconocimiento social", explica Reijo Laukkanen, del Consejo Nacional. Un maestro de primaria en Finlandia cobra en torno a un 25% menos que un colega suyo español, según datos de la OCDE. Pero los profesores son conscientes de su papel como motor fundamental en la sociedad finlandesa. Por eso, hay tortas para entrar a la escuela de Pedagogía y por obtener una plaza como profesor.

Pero, ¿qué hace que en un país la educación se convierta en el eje sobre el que gira la sociedad? ¿Qué conduce a un país a venerar a sus maestros? "Es una cuestión de cultura, de reconocimiento histórico", indica Jari Jokinen, que representa a su país ante la UE. "Finlandia fue el segundo país del mundo, y el primero de Europa en permitir el voto de las mujeres. Las mujeres siempre han tenido muy claro que a sus hijos les iría mejor en la vida si estudiaban, y ellas han empujado y participado en la vida pública para que el nivel educativo sea alto en Finlandia". Otro de los argumentos que se manejan en los círculos educativos apunta al nacionalismo del siglo XX. Helsinki, deseoso de deshacerse del dominio sueco y ruso, apostó por la educación y el aprendizaje del finés como herramienta para la emancipación cultural. Fue entonces cuando se crearon las escuelas públicas.

Suena el timbre en el Arabia y los profesores marchan hacia sus clases. Los alumnos -todos descalzos- preguntan sin complejos por la identidad de la visitante. La relación con los mayores es muy fluida y los alumnos hacen gala de una saludable seguridad en sí mismos. A un grupo de alumnos de 15 y 16 les toca a primera hora de la mañana clase de sueco, idioma oficial que habla el 6% de la población. En clase, Justus Mollberg, vestido al más puro estilo mod londinense, se aburre. Se levanta en medio de la lección y habla en inglés fluido. "A mí esto del sueco no me gusta, porque es obligatorio". "Eso está muy bien, que seas sincero", le responde la profesora. La clase de Mollberg tiene 16 alumnos, el número máximo permitido.

Cuando termine el año, Mollberg y sus compañeros se sentarán con sus padres y sus maestros, evaluarán los objetivos que los propios alumnos se fijaron al comenzar el curso y se pondrán nota. Poco importa, porque en realidad lo que cuenta es la evaluación continua, es decir, el aprendizaje y la actitud del joven durante todos los días del año. Para Matti Meri, uno de los profesores de la Facultad de Pedagogía de Helsinki, es la única manera sensata de funcionar. "El ser humano tiene que ser capaz de fijarse sus propios objetivos, y después, ser capaz de evaluarse. Hay que hacerles responsables de su propia vida desde el principio, que aprendan a no delegar en la sociedad la responsabilidad de sus actos". Meri cree además que es fundamental establecer una relación de iguales entre profesores y alumnos. "El maestro no tiene que saber mucho. Tiene que saber escuchar. A veces, es más importante escuchar al alumno y compartir sus conocimientos. En Finlandia, los profesores y los alumnos se respetan mucho, pero no desde la jerarquía, sino desde la igualdad". Y esa palabra, igualdad, aparece una y otra vez en los folletos del Ministerio de Educación finlandés. Enseñanza pública para todos, comida gratis en la escuela, libros de texto que proporciona el Estado...

Hoy, todos los profesores del Arabia, que toma el nombre del barrio de clase media de las afueras de Helsinki en el que está ubicado, llevan puesta alguna prenda de ropa roja. Los alumnos han decidido que esta será la semana de los colores y los profesores acatan la voluntad de los más pequeños. Hoy toca el rojo. El recreo también está teñido de rojizo: collares, bufandas y faldas se mezclan con las cabezas rubias de los alumnos. La clase que más prendas rojas reúna ganará el concurso, una iniciativa que también ha partido de los alumnos.

A principios de año, cada clase elige a dos representantes entre los alumnos, que se reúnen periódicamente con los padres y profesores para exponerles sus problemas y proyectos. Una vez al año, los delegados de todos los colegios de Helsinki se reúnen con el alcalde y le presentan una petición, consensuada entre todas las clases. Los flamantes sofás de uno de los corredores del Arabia, en los que se desparraman los alumnos entre horas fueron la petición del año pasado.

Son las 10.45, la hora de comer. Kaisu Kärkäinen, la directora del Arabia almuerza en el comedor junto con el resto de profesores y los alumnos. "En esta escuela los maestros mandan. Deciden en qué debemos gastar el dinero, elaboran su propio programa, salen de excursión cuando quieren y eligen algunos de los libros de texto", explica. Unos pescan en el hielo durante la clase de Naturales, otros van al museo para la de Historia o hacen uso de Internet en Geografía. La falta de directrices procedentes del ministerio o de la escuela les obliga a ser creativos.

Por Ana Carbajosa
En diario El país(España) 14 de Febrero de 2007