sábado, 21 de agosto de 2010

Con la libertad de elegir


El Centro Ana Frank de Buenos Aires lanzó una serie de videos que muestran situaciones de la vida cotidiana en las que entran en colisión diferentes derechos. Chicos y adolescentes discuten, votan y deciden a quién le dan la razón en cada caso.

Dilemas de libertad se representan por medio de vivencias cotidianas en la pantalla. Una tras otra, las imágenes ilustran libertades que entran en conflicto. ¿Qué se debería hacer? La votación de los espectadores crea un espacio para el debate y la reflexión sobre conceptos como libertad y democracia. Esa es la esencia de Free2choose, una presentación fílmica interactiva de videos producidos en varios países que llega a Buenos Aires por medio del Centro Ana Frank. “Los derechos humanos no se aprenden recitándolos, sino comprendiendo las implicancias y la complejidad de ellos”, dijo a Página/12 Héctor Shalom, director de ese centro que trabaja sobre la memoria y los derechos. Este proyecto, junto con una muestra itinerante sobre discriminación y diversidad, se lanzará el próximo jueves en el instituto ORT ubicado en Yatay 240, en Almagro, y luego recorrerán varias localidades y provincias del país.

Buenos Aires será la primera ciudad de América latina donde podrá vivirse la experiencia Free2choose, dirigida a jóvenes de 11 a 24 años. La metodología de este programa educativo, realizado por la Casa Ana Frank en Holanda, consiste en la proyección de pequeñas películas con una duración de entre uno y tres minutos en los que se plantean situaciones dilemáticas y ejemplos actuales de libertades que entran en conflicto entre sí o con el orden jurídico democrático.

Trae a debatir escenas de la vida cotidiana: el derecho de ingreso en los boliches, los cortes de calles como protesta, los desalojos, entre otras. A partir de las imágenes se formula una pregunta como disparador: ¿son limitados estos derechos? ¿Qué pasa cuando chocan entre sí? El interrogante se transforma en una invitación a tomar posición sobre las libertades, la capacidad de convivencia y la facultad de comprender el disenso y generar acuerdos.

El programa, al ser interactivo, cuenta con un sistema de votación por pulsadores, como control remoto, para que los participantes decidan por una de dos opciones, es decir, los dos derechos en tensión. Cuando se conocen los resultados, nace el debate. “Su valor está en la fundamentación, la argumentación y en la comprensión de la complejidad de la tensión de las libertades. No hay una verdad absoluta”, explicó Shalom.

Free2choose está integrada por diez videos que reflejan ejemplos actuales de libertades en tensión: seis fueron realizados en países europeos y cuatro por el centro argentino. Es que, simultáneamente al material producido en Holanda, cada organización desarrolló videos que dieran cuenta de una problemática actual y local. Las producciones argentinas son de temáticas surgidas a partir de redes sociales y foros de discusión del Centro Ana Frank. Uno de los temas son los cortes de calles como forma de protesta: es un derecho legítimo, pero, ¿qué sucede cuándo coarta la libertad de circulación de otros?, plantea el programa, lanzado en Europa con la participación de 18 países.

Otro es el ingreso en los boliches, lugares de diversión donde todos deberían poder concurrir, pero algunas personas son rechazadas; los inmigrantes, el acceso a la salud y a la educación, y la violencia en las escuelas. También se presentan dilemas sobre desalojos (República Checa), negación del Holocausto (Alemania), adopción en parejas homosexuales (Austria), homofobia (Italia), la exhibición de imágenes públicas en Internet (Suecia) y la instalación de cámaras de seguridad y la privacidad (Francia).

Por otra parte, los temas de discriminación, violencia, justicia, libertad y participación son abordados en la muestra itinerante Libertad de ser. Historias de discriminaciones y diversidades, compuesta de 20 paneles con imágenes y testimonios de jóvenes, obtenidos en el trabajo de campo realizado para el libro De Ana Frank a nuestros días. Testimonios para Nunca Más.

Las imágenes contraponen la actualidad con fotografías de la dictadura y el nazismo, procesos históricos que la Casa de Ana Frank toma para mostrar mecanismos de discriminación. “Muchos de los grupos perseguidos por el nazismo fueron perseguidos en la dictadura y son hoy discriminados y perseguidos en nuestro país”, sostuvo Shalom.

Con los proyectos colaboran el Inadi, el Ministerio de Educación de la Nación y el de la Ciudad.

Por Soledad Arreguez Manozzo
En Página 12, viernes 20 de Agosto

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